top of page

Testosterona, cómo aumentarla de manera natural


Quiero desarrollar más masa muscular y quiero ganar más fuerza; si es así, es necesario que tengas en consideración la importancia de una hormona, la testosterona. Esta hormona es la principal hormona sexual masculina, también se encuentra en las mujeres, pero en menor medida, y se relaciona íntimamente con el crecimientos muscular. Se produce de manera natural, y esta producción se puede aumentar gracias a ciertas acciones, con ciertos entrenamientos y medidas sencillas y naturales; pero también existe de forma artificial, y conlleva múltiples riesgos de salud debido a su abuso.

La testosterona

La testosterona en una hormona esteroidea, es decir, se sintetiza en base a grasa, producida principalmente por los testículos (células de Leydig), pero también es creada en menor cantidad por ovarios y glándulas suprarrenales, por ende, los hombres tienen una mayor cantidad de esta hormona que las mujeres. Su producción está controlada por la hormona gonadotropina hipofisaria (hormona luteinizante, HL).

A nivel muscular la testosterona es reducida a dihidrotestosterona (DHT) para generar su acción, atraviesa fácilmente la membrana celular y llega a los receptores citosólicos de los glucocorticoides, los bloquea, y así inhibe la acción catabólica.

La testosterona regula el desarrollo del aparato reproductivo masculino, en la adolescencia desarrolla los caracteres sexuales segundarios, como aumento del vello facial, púbico y corporal, es responsable del desarrollo de la musculatura y densidad ósea, producción de espermatozoides y deseo sexual.

Como toda hormona tiene aumentos y disminuciones de manera fisiológica, su concentración varía tanto en el día a día como en el ciclo de vida. En la adolescencia existe una mayor producción de testosterona, esto se relaciona con la aparición de caracteres secundarios en el hombre y deseo sexual en la juventud, continúa aumentando hasta aproximadamente los 30 años, desde esa edad paulatinamente hay una disminución que se ve reflejada con la dificultad para aumentar la masa muscular, aparición de osteoporosis e incluso impotencia sexual en la adultez.

¿Cómo aumento la producción de testosterona de manera natural, sin suplementos?

El ejercicio en sí es una manera natural que favorece la producción de testosterona, pero según diversos estudios hay tipos de entrenamientos, niveles de carga, repeticiones y grupos musculares que favorecen aún más su producción. Al igual que la alimentación, el descanso y ciertas acciones.

Primero, a nivel de entrenamiento. Existe un incremento de la producción de testosterona al realizar ejercicios complejos, es decir, que involucren más de una articulación (ejemplo, sentadillas en vez de curl de cuádriceps); también aumenta la testosterona cuando el ejercicio incluye la acción de musculatura estabilizadora y con entrenamientos interválicos (HIIT).

Al momento de realizar cargas, es recomendable si queremos aumentar la producción de testosterona, diseñar rutinas con cargas moderadas, volúmenes altos y descansos cortos; evitar el fallo muscular, al menos, no llegar a él cada vez que se entrena.

También un estudio midió la testosterona en diferentes grupos de personas, quienes trabajaron realizando diferentes combinaciones de ejercicio, y la que más hizo incrementar esta hormona fue el grupo que realizó primero un bloque de ejercicio de fuerza y luego entrenó potencia.

Otro factor importante si queremos que nuestra testosterona aumente es reducir el estrés y dormir adecuadamente (el estrés y el mal dormir está demostrado como dos causantes importantes de una disminución en la producción de testosterona), por eso es necesario descansar de manera continua en la noche, no solo porque esto favorece la producción hormonal sino también repone energía, disminuye la carga emocional y favorece la reparación de tejido (incluyendo el muscular).

Quizás sea obvio pero es necesario recordar que si quiero aumentar masa muscular y la producción de testosterona es necesario alimentarse adecuadamente, es lógico que se debe incluir proteínas a esta dieta debido al crecimiento muscular que quiero lograr, pero también no se puede olvidar la inclusión de grasas, ya que con esto se sintetiza la testosterona, pero no hay que comer cualquier cosa, prefiere pescados y grasa vegetal como la obtenida en maní, aceitunas y palta.

También no podemos olvidarnos de otro precursor de testosterona, la vitamina D, y para conseguir esta vitamina la única forma es tomar sol, moderadamente, si lo haces no solo aumentará la vitamina D en tu organismo, también puedes broncearte y relajarte, recuerda cuidar tu piel y no te excedas.

Otra manera natural para que la testosterona aumente es mediante la competición, por eso, haz deporte que incluya el ejercicio físico y la interacción con otras personas, competir sanamente, como una carrera de atletismo o natación, campeonato de rugby, o un duelo de taekwondo ayudan a que aumente la producción de esta hormona.

Testosterona de manera artificial

Aumentar nuestra testosterona de manera natural es algo que todos podemos hacer y el organismo siempre mantendrá los niveles hormonales en límites saludables, que favorezca el crecimiento muscular pero que no genere riesgos de salud; pero muy diferente es elevarla mediante métodos artificiales.

Los esteroides androgénicos, o “anabólicos” como suele conocerse, contienen grandes cantidades de hormona masculina sintética, la cual es una hormona anabólica, es decir, favorecerá el crecimiento del tejido muscular de manera acelerada, que podría pensarse sea algo positivo, pero niveles altos de esta hormona se asocia a grandes riesgos de salud que muchos ignoran o creen saberlo pero no lo dimensionan. Por eso, la recomendación siempre será no consumir estas sustancias.

Las dos formas clásicas de presentación de estos anabólicos son por vía oral o inyectable, su uso es ilegal (con fines estéticos, ya que sí se usa como tratamiento de varias patologías con receta médica) y su abuso generalmente se asocia con levantadores de pesa, deportistas, fisicoculturistas, y actualmente, en jóvenes y adultos que solo quieren verse estéticamente bien. Frecuentemente las personas que los utilizan emplean diferentes métodos para su consumo, como generar ciclos o periodos de consumo, amontonamiento, el cual mezcla varios anabólicos (stacking) y en ciclos piramidales; todos son métodos abusivos de estas sustancias que muchos ignoran o no dimensionan en su totalidad, pero por los resultados estéticos que se obtienen prefieren “arriesgarse”, incluso muchas veces sabiendo los riesgos que implican.

Riesgos asociados al aumento de testosterona

Existen múltiples complicaciones, tanto de salud como estéticas que pueden afectar a una persona que haya consumido anabólicos, principalmente cardiovasculares y hepáticas.

El corazón late gracias a un músculo (miocardio), el cual también se ve afectado al momento de consumir anabólicos, ya que la sustancia no es específica en los músculos que quiero se concentre, y el miocardio comienza a crecer de manera acelerada, lo que produce un engrosamiento de este músculo, disminuyendo el espacio donde entra la sangre, a esto se le llama Hipertrofia del ventrículo izquierdo, una patología que conlleva múltiples riesgos e incluso la muerte.

El consumo excesivo de anabólicos se asocia al aumento del “colesterol malo”, provocando riesgos vasculares como hipertensión arterial y trombosis.

Los anabólicos sintéticos pueden producir peliosis hepática, que son quistes alojados en el hígado que pueden romperse y producir hemorragia interna, también se asocia al cáncer de hígado.

Debido al aumento de testosterona en el cuerpo, el organismo asume que no es necesario continuar produciéndola de manera natural (ley del mínimo esfuerzo, tengo un exceso de esta hormona en sangre, dejo de producirla), esto puede ser temporal o permanente; lo que conlleva a que la persona debe seguir suministrando anabólicos sintéticos y cada vez hacerlo en mayores dosis, para suplir la falta de producción natural (exponiéndose aún más a los riesgos de salud asociados a su abuso), pero también se produce una atrofia testicular, lo que provoca infertilidad.

Otro riesgo de salud asociado son los problemas músculo-esqueléticos, generalmente quienes utilizan anabólicos aumentan su masa muscular velozmente, comienzan a levantar mayores cargas y realizan un entrenamiento casa vez más pesado, pero no consideran que solo es el tejido muscular el que crece aceleradamente y no el tendón, por lo mismo, al realizar cargas altas de peso, el músculo tiene fuerza suficiente para levantarlo pero quien colapsa y tiende a romperse es el tendón, provocando múltiples lesiones, muchas veces sin la adecuada rehabilitación física.

El aumento de testosterona se asocia a trastornos psicológicos, como depresión, delirios y muy frecuentemente, con arranques de violencia física; siendo este último el que más problemas sociales conlleva.

En los adolescente, quienes han aumentado su consumo, provoca riesgos permanentes como la detención del crecimiento óseo. En todos, pero más frecuente en jóvenes, aumentan las infecciones asociadas a la inadecuada manipulación de agujas en los anabólicos inyectables.

Afecciones estéticas son el acné, piel y cabello graso, calvicie y crecimiento mamario en los hombres. En mujeres la voz se cambia a tonos más graves, provoca alteraciones de clítoris y caída del pelo.

 
 
 

Comments


  • Facebook - Black Circle
  • Instagram - Black Circle
bottom of page